sábado, 2 de noviembre de 2019

REFLEXIÓN 11: RECURSOS PARA EL DOCENTE -ORIENTACIÓN EDUCATIVA

Tenemos que tener siempre bien presente que a medida que vamos avanzando por el camino de la docencia, hallaremos valores e incógnitas que nunca habíamos afrontado, y que el educar y el inculcar ciertos valores, es lo que nos exigirá ser más decisivos en las decisiones finales. 
Poner el cuidado que se merece a la diversidad del alumnado hoy por hoy se ha puesto en marcha con los planes de atención a la diversidad, los derechos civiles de los niños desescolarizados, los planes de intervención sobre la inclusión social, así como también las medidas de apoyo escolares y sanitarias que han surgido hace varias décadas atrás, es lo que en conjunto se debe desarrollar para menoscabar las dificultades de adaptación a entornos que son diferentes a los del alumnado. 

A continuación, les comparto un blog que me llamó la atención sobre los roles del orientador, publicado por la orientadora Lourdes Otero. 



Un orientador o una orientadora se dedica a mejorar la calidad y el funcionamiento de un centro educativo aún sabiendo que es todo lo que esto demanda, las instituciones educativas tienen la definición para propiciar todos los recursos y la atención que sea necesaria para que el alumnado no se pierda en su recorrido de saberes sino que más bien, encuentre rápida y eficazmente, su ruta de escape o su salida triunfante. Debido a que el alumno tiene la capacidad de determinar estos puntos débiles y fuertes a medida que va siendo educado, con suma calidad, disciplina e integridad, para que cada uno pueda dar su máximo potencial de aprendizaje y de formación, sin que sus condiciones previas sociales, personales o del tipo que sean le impiden un progreso equitativo y dinámico.   



                                        
                                                                                  

Un orientador se tiene que dedicar a múltiples tareas al mismo tiempo, con escaso reconocimiento por parte de la administración educativa, el orientador es aquel que hace todo lo posible por ayudar al estudiante a elegir sus estudios, o a inclinarse por lo que más le llama la atención pero que sepa hacerlo bien. Es el que además, facilita su integración en el aula y el centro, el que se esmera por habilitar la inclusión educativa en todo momento. Asesoran familias y profesorado en una faceta educativa, se impulsan proyectos de acción educativa en los centros y se atiende al alumnado en todas las áreas del conocimiento sin importar cuál sea el temario a desarrollar o a profundizar, como se muestra en la viñeta de arriba, desarrollada por Héctor Palazón, orientador. 


                                     
Citaré a continuación, algunas de las funciones de un orientador planteadas por la orientadora Ana Torres Jack, que afirma no somos ''llaneros solitarios.''

  1. Los profesores, a los que se considera el primer nivel de orientación.
  2. Los tutores, como responsables más directos de un grupo de alumnos.
  3. Los Departamentos de Orientación, que aportan asesoramiento, apoyo técnico y actuaciones directas.
  4. Los Equipos de Orientación Específicos, externos a los centros, que ofrecen apoyo especializado.
  5. Entonces, ¿podemos responder ya para qué valen estos servicios? Pues sí, y en cinco puntos. Los Departamentos de Orientación sirven para:
  6. Ayudar a personalizar la educación.
  7. Ajustar la intervención educativa a las necesidades particulares de cada alumno.
  8. Favorecer el autoconocimiento, la madurez personal y el desarrollo de la propia identidad.
  9. Dinamizar la relación entre profesores, alumnos y familia y entre todos ellos y el entorno.
  10. Prevenir las dificultades de aprendizaje y de adaptación.
  11. Se dirige a todos los alumnos sin excepciones, no sólo a los que tienen dificultades.
  12. Atiende a la persona como unidad, con sus características, limitaciones y potencialidades únicas.
Para cerrar con broche de oro esta profesión, concebimos la orientación desde muchos puntos de vista por otros profesionales como una ''tarea compartida'' en la que participan profesores, tutores y familia; sería por lo tanto absurdo pensar que esta responsabilidad es sólo tarea de un psicólogo o pedagogo con dotes de mago capaz de solucionar todos los problemas. A estas alturas, sabemos que los ''llaneros solitarios'' sólo triunfan en las historias de ficción, para tener éxito en las dificultades escolares cotidianas, se necesita de la participación y el esfuerzo de todos los organismos y las partes implicadas. 

En definitiva, ¿cuándo se puede pedir ayuda al orientador?:
  • Si eres padre: cuando quieras información, asesoramiento o aclarar cualquier duda acerca de la educación de tu hijo.
  • Si eres profesor: para solicitar la valoración de un alumno, para ayudar a preparar las tutorías o para organizar charlas de orientación profesional, por ejemplo.
  • Si eres alumno: cuando veas que no rindes lo suficiente; cuando quieras información sobre estudios, salidas laborales o notas de corte; cuando sientas que los nervios te trastornan; cuando quieras que te ayuden a solucionar determinados problemas personales o de relación con tus compañeros; cuando necesites una técnica de relajación; cuando te encuentres desanimado…
Nota de los Editores: Ana Torres Jack actualiza a 2019 para Colectivo Orienta un texto de referencia que publicó en 2006 en La Voz de la Escuela.

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