REFLEXIÓN 9: LA PARTICIPACIÓN ESCOLAR.

Para comenzar, digo que es claro el significado y la relevancia que se tiene ante la participación escolar en muchos institutos, pero que a la par está regido por (La ley Orgánica 8/1985 del 3 de julio Reguladora del derecho a la Educación), lo cual, se deben cumplir los parámetros que ayudan a disciplinar mejor un currículo escolar para intervenir en determinadas tendencias que se pueden enderezar. 

Estoy de acuerdo con algo que me llamó la atención y es de permear el respeto por el otro y la integridad de valores, normas, principios, leyes, mandamientos, moral que se debe experimentar en cada momento disciplinar dentro del aula. Para dar así acceso a otras vertientes o modelos educativos como el de tener la capacidad para colaborar entre equipos o grupos de estudiantes, como también de interactuar con todo tipo de personas. 

Es necesario que esto lo aprendan los alumnos desde pequeños para que crezcan teniendo en cuenta estos valores y que deben ser conscientemente aplicados en el día a día. 

Teniendo presente estos contextos señalados, propongo dos planteamientos para identificar cómo se genera ese gusto por aprender. El primero es, los alumnos se comportan igual o peor cuando ya han experimentado ciertos momentos de búsqueda exploratoria y de aprendizaje en función de realizar qué haceres o tareas en el hogar. 

Esto es lo que los padres incorporan desde el principio. o es que el mero ambiente o contexto educativo impactan tanto en un niño que termina por apreciar tanto estos hábitos que allí se adquieren y se ponen en actuación deliberada de emociones, experiencias y vivencias altamente emocionales que ayudan a despertar el interés por conocer y crecer juntos. 

Por tanto, se tiene que tener bien presente que se le debe dar al niño desde sus comienzos en el aprendizaje. Cómo se le debe comprender para no dañarlo pero si motivar o incentivar a la participación activa dentro de las aulas, para mejorar el trabajo cooperativo y la libre comunicación para expresarse.